sábado, 7 de septiembre de 2013



El código de hammurabi y los diez mandamientos


  
El Código de Hammurabi, datado hacia el año 1692 AC, y es uno de los primeros conjuntos de leyes que se han encontrado y uno de los ejemplos mejor conservados de este tipo de documento de la antigua Mesopotamia.

Se presenta como una gran estela de basalto de 2,25 metros de alto. En lo alto hay una escultura que representa a Hammurabi, de pie delante del dios del Sol de Mesopotamia, Shamash. Debajo aparecen inscritos, en caracteres cuneiformes acadios, leyes que rigen la vida cotidiana. Fue colocado en el templo de Sippar; igualmente se colocaron otros ejemplares a lo largo y ancho del reino. El objeto de esta ley era homogeneizar jurídicamente el reino de Hammurabi. De este modo, todas las partes del reino y la  cultura común, se podía controlar con mayor facilidad

Durante las diferentes invasiones de Babilonia, el código fue trasladado a la ciudad de Susa (en Elam), actualmente en el Juzistán (Irán). En esta ciudad fue descubierto por la expedición que dirigió Jacques de Morgan, en diciembre de 1901. Fue llevado a París, Francia, donde el padre Jean-Vincent Scheil tradujo el código íntegro al francés. Posteriormente, el código se puso en exhibición en el Museo del Louvre, en París, donde se encuentra hasta la fecha.

Las leyes del Código de Hammurabi, (numeradas del 1 al 282, aunque faltan los números 13, 66–99 y 110–111) están inscritas en babilonio antiguo y fijan diversas reglas de la vida cotidiana. Norman particularmente:

 la jerarquización de la sociedad: existen tres grupos, los hombres libres, los "muskenu" (quienes se especula podrían ser siervos o subalternos) y los esclavos.
 Los precios: los honorarios de los médicos varían según se atienda a un hombre    libre o a un esclavo.
 Los salarios: varían según la naturaleza de los trabajos realizados.
La responsabilidad profesional: un arquitecto que haya construido una casa que se desplome sobre sus ocupantes y les haya causado la muerte es condenado a la pena de muerte.
El funcionamiento judicial: la justicia la imparten los tribunales y se puede apelar al rey; los fallos se deben plasmar por escrito.
 Las penas: aparece inscrita toda una escala de penas según los delitos y crímenes cometidos. La base de esta escala es la Ley del Talión.

Se tratan también el robo, la actividad agrícola (o pecuaria), el daño a la propiedad, los derechos de la mujer, los derechos en el matrimonio, los derechos de los menores, los derechos de los esclavos, homicidio, muerte y lesiones. El castigo varía según el tipo de delincuente y de víctima.
Los Diez Mandamientos fueron dados al pueblo de Israel con varios propósitos. Uno de ellos era la creación de un código moral, ético y religioso por el cual las personas pudieran regirse. Otro aspecto de los diez mandamientos es que sirvieron de código legal para la conformación de la sociedad Israelita, es decir, una especie de constitución, ya que todas sus decisiones en asuntos sociales y judiciales, debían estar basadas en el decálogo. También los diez Mandamientos eran una forma de establecer la relación entre Dios y el pueblo de Israel.
Pero sin duda alguna, el más relevante aspecto que los Diez Mandamientos introducen es el monoteísmo, la adoración de un solo dios "Por todo lo que los acontecimientos culturales que tuvieron lugar en la Edad del Hierro Cercano Oriente, ninguno era de mayor importancia para la civilización de Occidente que el monoteísmo - la creencia, es decir, más que un solo Dios, creador y señor de todas las cosas”  Este detalle hace a los diez mandamientos sobresalir de entre todas las culturas de la época en que los mismos fueron dados. La misma sociedad Egipcia era politeísta, estos adoraban una variedad de dioses que influían, según ellos, en la prosperidad, la agricultura, la salud, etc.

Opinión.

Los Diez Mandamientos abarcan todos los aspectos de la vida diaria, desde la amabilidad para con las viudas y los huérfanos, la hospitalidad para con los extranjeros, hasta la pena de muerte por asesinato. Aunque muchas de las leyes individuales especificas ya no se aplican, sin duda, si se aplican los principios que hay en ellas. La honradez, la justicia y la misericordia son el fundamento de la ley de Israel.


En el código de Hammurabi se puede ver que las leyes creadas, o los conceptos jurídicos establecidos en el, son utilizados hoy en día en todo el mundo, siendo este una base para la creación de los sistemas de justicia en los diferentes países e incluso la creación de las constituciones. Su impacto en la actualidad es la base y ejemplo de los actuales compendios de leyes en el mundo, aunque tiene un lado negativo que fue el ser inspiración para la ley del “ojo por ojo, diente por diente” y  que hoy en día es aplicada  en algunos países del medio oriente, causando conmoción entre sus habitantes. A pesar de esto el código de Hammurabi es considerado el compendio de leyes más importantes de la antigüedad al ser este tan completo y contener tantos conceptos jurídico y de regularización de la sociedad.

viernes, 6 de septiembre de 2013

Los mitos de isis,horus, set.


Isis

(En el Egipto originario llamada Aset, que significa trono) era una diosa de la mitología egipcia, cuyo culto se extendió por todo el mundo greco-romano.

Era adorada como la madre y esposa ideal, patrona de la naturaleza y de la magia, así como lo describen sus variados epítetos: gran diosa madre, reina de los dioses, gran maga, diosa de la maternidad y del nacimiento, o fuerza fecundadora de la naturaleza. 

Era una deidad amiga de los esclavos, los artesanos, los pecadores y los oprimidos, a quienes escuchaba en sus plegarias.

 En las narraciones originarias, era madre de Horus y la primera hija entre Geb, dios de la tierra, y Nut, diosa del cielo global, mitos tardíos, en cambio, hablan de que Isis tenía por hermano a Osiris, quien luego se convertiría en su marido y juntos engendrarían a Horus.

Según esta última lectura, Isis sirve como instrumento en la resurrección de Osiris, cuando éste, tras ser descuartizado por Seth, es reconstruido y devuelto a la vida mediante los poderes de la diosa.

 Este mito es uno de los más importantes del antiguo Egipto: los egipcios creían que el río Nilo se desbordaba todos los años como consecuencia de las lágrimas que Isis derramaba al llorar por su difunto Osiris.

 Al igual que la mayoría de las deidades egipcias, Isis fue originalmente una deidad independiente y popular, establecida en la época predinástica, antes del 3100 AC, en Sebennito, al norte del Egipto actual. Más tarde existirían templos reservados a su culto en distantes zonas como Irak, Grecia y Roma

Horus,
 adorado desde al menos el período predinástico hasta finales de los tiempos greco-romanos, fue una de las deidades más antiguas e importantes de la región del Antiguo Egipto.

 A lo largo de la historia de su culto, Horus tuvo diversas formas y representaciones, posiblemente relacionadas con los distintos atributos y sincretismos, de acuerdo con la manera en que los antiguos egipcios concebían las múltiples facetas de la realidad.

 Una de las invocaciones más antiguas describe al dios como un halcón, patrón de Nekhen, en el Alto Egipto, en donde el rey era considerado la encarnación de Horus en la tierra, durante su vida, y de Osiris, después de su muerte. En general, Horus es descrito como hijo de Isis y Osiris.

Ha desempeñado muchas funciones en el panteón de deidades de la mitología egipcia, entre cuyos atributos de destacan los de ser dios del cielo, señor de la guerra y también de la protección. Se cree que su nombre deriva de la palabra haru, que significa halcón, pero también puede aludir a la distancia, o a “uno que está por encima y más allá”.

 Horus ha sido representado como un animal en la forma de halcón, o como un hombre con cabeza de halcón, en cualquier caso siempre con una corona doble sobre su cabeza, símbolo que utilizaban los faraones y que aludía al poder sobre las dos mitades de Egipto.

 También se verifican registros de Horus en la forma de un disco solar alado, sobre todo en los templos, o con forma leonina. Como dios, desempeño un papel fundamental en la sanación de la enfermedad antigua deidad egipcia.


Seth fue el dios del desierto, las tormentas y los extranjeros. Más tarde, también fue dios de la oscuridad y el caos.

 El significado de su nombre se desconoce, aunque se suponen algunas interpretaciones tales como instigador de confusión, desertor, o borracho. Generalmente es representado como una criatura fabulosa, con un hocico ligeramente alargado y curvo, orejas cuadradas, cola bifurcada y cuerpo canino.

En ocasiones, también aparece con cuerpo de hombre y sólo su cabeza se corresponde con la criatura de fábula, que no aparenta la figura de ningún animal conocido, o en todo caso, más bien la mezcla de distintas especies, como el oso hormiguero, el burro o el chacal.

En la Heliópolis, Seth es hijo de Nut y Geb, el cielo y la tierra respectivamente, y protagoniza una pelea a muerte con su hermano Osiris, quien en el mito es presentado como un rey sabio, maestro de la civilización y felizmente casado con su hermana Isis. Seth descuartizó a Osiris por envidia. Isis lo resucitó y juntos engendraron a Horus, quien se convirtió en el natural enemigo de Seth.

 Así, muchos interpretan este mito como la lucha entre la tierra fértil y la aridez del desierto, mientras que otros lo asocian con la unión de los imperios del Bajo y Alto Egipto.

 En épocas más tardías, Seth fue contemplado como un dios benévolo, amo de la guerra y de los oasis sembrados en el desierto, los animales sagrados de su culto fueron el cerdo, el cocodrilo, el hipopótamo, la serpiente, el pez y el asno.

Similitud entre estos mitos.

Ningún hijo puede redimir la vida de sus padres. Pero existe una esperanza en el futuro y una fe en la innata bondad e inocencia de la niñez, capaces de transformar una vida tediosa y carente de significado en una vida que valga la pena y que dé significado al sufrimiento pasado.

El mito de Osiris, Isis y Horus nos muestra la razón más profunda que nos motiva a crear una familia. No es solo para la continuidad de la vida biológica; también es porque el nacimiento de un hijo augura un nuevo comienzo y la posibilidad de que el dolor sufrido pueda ser curado.
 Lo que buscamos en nuestra descendencia es tanto la continuidad del espíritu como la del cuerpo.

Al final, puede que también nosotros debamos permitir que la vida complete lo que hemos dejado sin terminar, y que debamos tener confianza en lo que sea que entendamos por Dios o el espíritu en nosotros para lograr lo que estamos tratando de alcanzar.

 Si lo que buscamos es justo y equitativo, como es el caso de Horus, es posible que el mal no sea derrotado para siempre, pero puede lograrse que se vuelva impotente para destruir aquello que es bueno.


En el seno familiar, confiar en que el tiempo y la rectitud interior conducirán a un equilibrio y serenidad nos puede ser útil 
    Biografía de imhotep.

       
(H. 2700 a.C.) Arquitecto y médico egipcio del rey Djeser o Zoser, de la III dinastía egipcia.

 De origen plebeyo, hijo del también arquitecto Kanefer y de Kherduankh, según una inscripción hallada en el Uadi Hammamat, llegó a alcanzar, gracias a su valía personal, un significativo puesto en la Corte real, y llegó a actuar como consejero personal del rey a plena satisfacción de aquél.

Entre sus títulos, conocidos gracias a los jeroglíficos existentes en los restos de una estatua del rey Djeser hallada en Saqqara, tuvo los de Canciller del Bajo Egipto, Príncipe real, Juez principal, Sumo sacerdote de Heliópolis, Jefe de los trabajos públicos, Carpintero y Albañil real.

La pirámide de Saqqara

Su obra cumbre, como arquitecto, fue el diseño y la realización del complejo funerario de Saqqara para el rey Djeser (pirámide escalonada y edificios anejos para la Fiesta Sed).

Se trataba de un conjunto de realizaciones arquitectónicas trabajadas en piedra tallada y pulida (Manetón le atribuye, aunque erróneamente, el empleo por primera vez de tal material como elemento constructivo).

Aunque su vida es prácticamente desconocida, le fueron atribuidos los más antiguos textos de sabiduría, medicina y astronomía, y gozó de justa fama en el campo de las letras.
Desempeñó también el cargo de médico y fue reconocido a su muerte como dios de la medicina y considerado incluso hijo del dios Ptah; los griegos, muchísimo más tarde, lo identificaron con el nombre de Imuthes, como Asklepios. La capilla de Saqqara -el Asklepion- fue lugar al que los lisiados y enfermos, en la Baja época, acudían en busca de curación.

Muchos templos (dentro de otros complejos religiosos) le fueron consagrados: Karnak, Deir el-Bahari (aquí representado en compañía de su madre, de su esposa Renepet-neferet, y de diversas divinidades), Deir el-Medina e Isla de Filae (templo éste levantado por Ptolomeo V).

De Imhotep han llegado diferentes estatuas de diversos materiales -la mayoría de bronce-; en ellas aparece representado como sacerdote (con la cabeza rapada, vestido talar y rollo de papiro) y médico divino.

 En algunos templos de Egipto y de Nubia subsisten representaciones murales de Imhotep como divinidad, portando el cetro was y el símbolo ankh.

No ha podido ser identificada su tumba -una mastaba-, aunque se supone que hubo de estar en el sector norte de Saqqara, cerca del Serapeum de Menfis, en cuyas cercanías, tiempo después, se edificaría el Templo de Imhotep, "hijo de Ptah".

Interpretación de imhotep en la arquitectura.

El arquitecto Imhotep no poseía solamente las cualidades de un arquitecto; también era médico, mago, astrólogo, escritor y filósofo, Imhotep fue el autor de la primera pirámide para el rey Zóser el magnifico.

 Fue el artífice de una revolución trascendente de un alcance considerable, puesto que fue el primer arquitecto en construir en piedra un conjunto monumental tan importante como el de Saqqara.
La pirámide escalonada, realizada por la superposición de mastabas similares a los zigurats sumerios.

La pirámide necesitó la extracción, transporte y montaje de miles de toneladas de piedra caliza, desafío notable ya que tal material nunca se había utilizado en grandes construcciones, para las que se usaban ladrillos de adobe, fáciles de hacer y baratos.


Un gran problema técnico era el peso de la piedra: Imhotep lo solucionó en parte usando bloques relativamente pequeños, más fáciles de transportar y manejar

las dos ciudades donde trabajaron los Hebreos Pitón Rameses



Éxodo 1-11.

Entonces pusieron sobre ellos comisarios de tributos para que los oprimieran con sus cargas; y edificaron para Faraón las ciudades de abastecimiento, 
Pitón y Ramesés.


"No hay ni una sola evidencia de que los israelitas estuviesen en Egipto. No hay pistas, ni arqueológicas ni históricas, que prueben que construyeron monumentos de ninguna clase allí."


Estas palabras del arqueólogo Israel Finkelstein reflejan una idea muy repetida en medios de divulgación en las últimas décadas: no hay ningún indicio que apoye el relato del Éxodo de los israelitas de Egipto.


            En       cambio el egiptólogo David Rohl tiene una respuesta muy sencilla: esto se debe a que están buscando en la época equivocada y no, que nadie piense que este hombre es el típico religioso fundamentalista que ve pruebas de la Biblia por todas partes.


            Y ahora vamos con una breve explicación del lío, tradicionalmente se había considerado que el Éxodo había tenido lugar hacia los siglos XV ó XVI antes de nuestra era, de acuerdo con la propia cronología interna de la Biblia.


Pero en el siglo XX se generalizó la idea de que en realidad había sucedido en el siglo XIII, en época del faraón Ramsés II (como se refleja en cualquier película sobre la vida de Moisés). ¿Y eso por qué?


Pues por una forma de interpretar Éxodo 1:11:


"Por eso los egipcios pusieron capataces encargados de
someter a los israelitas a trabajos muy duros. Les hicieron construir las
ciudades de Pitón y Ramsés, que el faraón, rey de Egipto, utilizaba para
almacenar provisiones".



La versión Dios Habla Hoy y otras muchas usan el nombre "Ramsés", mientras que otras, coincidiendo con el diccionario bíblico Strong usan la forma "Raamsés" o "Ramesés".


Bien, pues como el nombre se parece al del famoso faraón Ramsés II, algunos han llegado a la conclusión de que esta ciudad es "Per-Ramsés", la capital del susodicho faraón, que además fue edificada con mano de obra esclava.



            Además        de esto, otra evidencia de que el faraón del Éxodo era Ramsés II es que...
Ah, no, creo que ya no hay más evidencias.



            Sin      embargo, hay algunas evidencias de que el faraón del Éxodo NO fue Ramsés II. Por ejemplo, que vivió varios cientos de años después de la época que la propia Biblia atribuye al Éxodo.


            O que su ciudad, Per-Ramsés, era la capital de su reino, mientras que la Ramsés que construyeron los esclavos hebreos era una ciudad de depósito, como dice el propio versículo (¿o qué pasa, que solo hacemos caso de una parte del versículo y de la otra no?).


 O que Per-Ramsés la hizo construir el propio Ramsés II, mientras que la Raamsés que construyeron los hebreos empezó a construirse antes de nacer Moisés, quien en el tiempo del Éxodo tenía ya 80 años.


            Y no solo eso: muchos años antes, en tiempos de José, ya se empleaba ese nombre para referirse a una región (según Génesis 47:11), de modo que parece tratarse de un nombre relativamente común, que significa "Ra lo ha engendrado", y por tanto no hay razón para relacionar el nombre necesariamente con Ramsés II.


            En       primer lugar, para situarnos un poco, la época en que se esclaviza a los hebreos descendientes de Jacob -alias Israel- sería el segundo período intermedio de Egipto, ya en la dinastía XIII (que, dicho sea de paso, coincidiría según esta cronología con la época del famoso rey de Babilonia, Hammurabi).


 Quizá fuese el faraón Sebekhotep III (en la foto) o algún antecesor quien decidiera esclavizar a los israelitas, (Ah, por cierto; el nombre de trono de este faraón es Sejemra Seuaditauy, que significa Poderoso es Ra, que hace florecer las Dos Tierras; o sea que incluir al dios sol Ra en los nombres no era raro, como podría pasar con Raamsés).


Aquellos eran tiempos más difíciles para un faraón que los tiempos de Amenhemhat III, el faraón que tan poderoso se había hecho en vida de José.


 Los faraones de esta dinastía eran más débiles, lo que explicaría (pero no justificaría, claro) que el faraón fuese tan paranoico como para hacer lo que dice Éxodo 1:8-14:



"Más tarde hubo un nuevo rey en Egipto, que no había conocido a José y que dijo a su pueblo: “Mirad, el pueblo israelita es más numeroso y más poderoso que nosotros; así que debemos hacer algo para impedir que sigan aumentando, porque podría suceder que, en caso de guerra, se pusieran de parte de nuestros enemigos para pelear contra nosotros, y se fueran de este país.”


Por eso los egipcios pusieron capataces encargados de someter a los israelitas a trabajos muy duros les hicieron construir las ciudades de Pitón y Ramsés, que el faraón, rey de Egipto, utilizaba para almacenar provisiones. Pero cuanto más los maltrataban, más aumentaban.


 Así que los egipcios les tenían mucho miedo los egipcios esclavizaron cruelmente a los israelitas, les amargaron la vida sometiéndolos a rudos trabajos: preparar barro y hacer adobes, y atender a todos los trabajos del campo.

 En todo esto los israelitas eran tratados con crueldad."


¿Hay algún indicio arqueológico de todo esto? Pues sí, resulta que en esta época, la gente que habitaba la zona de Gocen, en el delta del Nilo (la zona habitada por los hebreos según la Biblia) no era egipcia, sino proveniente de Palestina o Siria; se ha encontrado gran cantidad de restos de cerámica originaria de la tierra de Canaán.


Además, hay restos de gran cantidad de ovejas asiáticas de pelo largo, lo que muestra que eran pastores, como los israelitas del Génesis, y gran cantidad de armas en las tumbas de varones, lo que indica que era un pueblo guerrero.


 Este último dato podría coincidir con detalles como el del capítulo 14 de Génesis, en el que los hebreos bajo el mando de Abrahán atacaron a un ejército mesopotámico para liberar a sus compatriotas prisioneros. Y podría también explicar el temor de los egipcios.


            Las     tumbas de esta zona y esta época aportan más detalles significativos, así que volveré luego a ellas antes, quiero mencionar cierto papiro al papiro en cuestión le han dado el poético y exótico nombre de papiro Brooklyn 35:1446, y es de unos 10 ó 15 años antes de nacer Moisés, según la cronología de Rohl.


 Este papiro recoge un decreto del faraón Sobekhotep III para una transferencia de esclavos, la mitad de los 95 nombres de esclavos son nombres semitas (como Menahem, Isacar, Aser, Sifrá) y aparecen registrados en idioma semita junto con un nombre egipcio que se le había asignado a cada uno.


Todo esto podría corroborar que en la región del delta (Gocen) la población israelita era muy numerosa, y que muchos de ellos, si no todos, habían sido esclavizados.


 Lo curioso es que en esta época no hubo ninguna campaña militar en la zona de Canaán; ¿de dónde salen tantos esclavos asiáticos?


"El faraón, por su parte, ordenó a todo su pueblo: “Echad al
río a todos los niños hebreos que nazcan; solo a las niñas dejadlas vivir".

           
Desde                       luego, esto podría explicar que en aquella comunidad semita de aquella época se muriera una cantidad tan grande de bebés varones y no de niñas.


            De       todos modos, también es cierto que en el papiro mencionado antes, la cantidad de esclavas de la lista supera a la de esclavos por tres a uno. Poniéndonos a conjeturar, esto podría indicar que aquel genocidio de varones israelitas no habría sido el primero...

miércoles, 4 de septiembre de 2013

Teoría evolucionista.

Lamarck es el otro gran exponente del concepto evolucionista. Su teoría consistía en que los organismos producen cambios biológicos para adaptarse al medio ambiente donde habita. Cambios que ya vienen siendo heredados de sus ancestros.

Ellos se producen de una forma automática por el uso y el desuso de sus órganos. Estos cambios adquiridos son trasmitidos por herencia biológica a sus descendientes.

 Estas mutaciones son cada vez más complejas y se orientan a la perfección. Esta teoría ya es obsoleta, los hijos de los físico culturistas no nacen como sus padres, sino normales (sin musculatura desarrollada).
 Si a un a padre le falta un brazo, no es que su hijo va a nacer con un brazo menos. Naturalmente es una prueba irrefutable que los cambios biológicos no se heredan genéticamente.

Los cambios que proponen tanto Darwin como Lamarck, tienen un desarrollo desde lo externo hacia lo interno, ya que el intercambio con el medio modificaría la simiente, origen de la próxima especie, a través de las intervenciones externas.

Teoría Creacionista.


Se denomina creacionismo al conjunto de creencias, inspiradas en doctrinas religiosas, según las cuales la tierra y cada ser vivo que existe actualmente proviene de un acto de creación por uno o varios seres divinos , cuyo acto de creación fue llevado a cabo de acuerdo con un propósito divino.


El creacionismo se destaca principalmente por los «movimientos anti  evolucionistas», tales como el diseño inteligente cuyos partidarios buscan obstaculizar o impedir la enseñanza de la evolución biológica en las escuelas y universidades.

            Según estos movimientos creacionistas, los contenidos educativos sobre biología evolutiva han de sustituirse, o al menos contrarrestarse, con sus creencias y mitos religiosos o con la creación de los seres vivos por parte de un ser inteligente. Por extensión a esa definición, el adjetivo «creacionista» se ha aplicado a cualquier opinión o doctrina filosófica o religiosa que defienda una explicación del origen del mundo.

            Basada en uno o más actos de creación por un dios personal, como lo hacen, por ejemplo, las religiones. Por ello, igualmente se denomina creacionismo a los movimientos pseudocientíficos y religiosos que militan en contra del hecho evolutivo.

 

TEORIA EXTRATERRESTRE.


La teoría extraterrestre cuenta, en el caso de Egipto, con todo género de indicios. Simplicio dijo que los habitantes de este país conservaban observaciones astronómicas de los últimos 600.000 años.

 Diógenes Laercio databa la antigüedad de los cálculos astronómicos egipcios en unos 48.000 años y Marciano Capella decía que estudiaron las estrellas durante 40.000 años. Pero, por supuesto, los historiadores y egiptólogos oficiales no aceptan esto, como tampoco las cronologías que remontan la lista de sus míticos regentes predinásticos a aquella remota época.
 La representación más espectacular del firmamento egipcio está en el techo de una capilla del templo de Hathor Se trata del famoso Zodiaco circular de Dendera. El notable egiptólogo y hermetista R.A.Schwaller de Lubicz, demostró que en este zodiaco se encuentran las pruebas de la antigüedad del santuario.

 Consiste en dos círculos de constelaciones, toscamente superpuestos, centrado uno en el Polo Norte geográfico y otro en el real, el de la eclíptica, hacia el que señalaría el eje de la Tierra si no oscilase.

 El diámetro del zodiaco de oriente a occidente cruza la constelación de Piscis, evidenciando que se construyó en la era regida por esta constelación, hace más o menos 2.100 años.

Pero un par de jeroglíficos, en su borde, insinúan la presencia de otro eje que pasa por el comienzo de la era de Tauro, suceso ocurrido ¡más de cuarenta siglos antes!

Ello indica que los egipcios conocían la precesión de los equinoccios (movimiento de los puntos equinocciales en virtud del cual se anticipan un poco, de año en año, las épocas de los equinoccios) y que la tradición religiosa mantenida en el templo de Dendera data de ¡cuatro mil años antes de lo que hasta ahora se ha aceptado!.

Pero la hipótesis de visitas extraterrestres en el pasado que habrían contribuido al conocimiento de la astronomía adquiere un especial relieve cuando nos enfrentamos a la Gran Pirámide.

Pasando por alto las numerosas referencias egipcias a sus «dioses instructores», que merecerían un desarrollo aparte, los datos suministrados por las medidas de este monumento despejan cualquier duda en lo que concierne a un conocimiento astronómico y geodésico absolutamente anacrónico para el que los egiptólogos otorgan a los primitivos moradores de las riberas del Nilo.
 Sencillamente, la tecnología de que disponían era claramente insuficiente para la obtención de tales datos.

Según los egiptólogos, las primeras tumbas faraónicas conocidas son las de la XI dinastía, es decir, que datan de 2.160 a 2.000 años a.C. Están situadas frente a Karnac, en la llanura de El Taraf, al nordeste del Valle de los Reyes y se abren hacia el oeste, es decir, hacia el Sol poniente.

 En consecuencia, las pirámides orientadas al norte no eran sepulturas, sino templos y, como tales, contenían no sólo la cultura religiosa sino un conocimiento, adquirido de los dioses, que se plasmó en forma de datos que relacionaban el monumento con las medidas geodésicas de nuestro planeta.

Han sido muchos los investigadores que han comprobado la precisión de estos datos, Jomard, que participó en la expedición napoleónica, extrajo de Es trabón y de Dio doro Sículo la información de que la apotema de la Gran Pirámide tenía un estadio de longitud, es decir, 185,5 metros.

Los autores clásicos afirmaban que un estadio era la sexcentésima parte de un grado geográfico. Según esto, la apotema de la pirámide multiplicada por 600 nos daría la longitud de un grado en Egipto.

Jomard tuvo en cuenta también la afirmación de Agatárquides de que la largura de cada lado de la base era idéntica a la longitud de un minuto (cada una de las sesenta partes iguales en que se divide un grado de círculo) del meridiano terrestre.

Con estos datos se comprueba no sólo el asombroso conocimiento geodésico del planeta que tenían los egipcios, sino la premeditada adecuación de las medidas de la pirámide a las del planeta.

Opinión:

Yo creo en el evolucionista  porque tiene muchas pruebas científicas a favor y me parece mucho más aceptada es que es la única que está avalada por pruebas tangibles como son los restos fósiles que se han encontrado a lo largo de los años y que abarca un registro geológico.

 Este registro geológico permite ubicar en tiempo y espacio con una certeza sorprendente a los distintos fósiles humanos y pre humanos que se han hallado en las excavaciones sobre todo en el África.

Siguiendo la línea de esos fósiles podemos ver la evolución de varias especies a través de los años.


En cambio la teoría creacionista (Dios creó al hombre y a la mujer de la nada) no puede ser avalada por ningún registro científico, esta teoría sólo es avalada por la fe en la religión.

¿DONDE NACE LA ESCRITURA? ¿MESOPOTAMIA O EGIPTO?

El hombre comienza a expresarse por medio de la escritura  mediante proto escrituras pictográficas; esta escritura se representaba por medio de dibujos en cuevas o cavernas.

No obstante, para los sumerios todos los signos eran palabras, incluidas las sílabas, su sistema de escritura,  no resultaba sencillo  aprenderla requería años de arduo esfuerzo.

 La figura del escriba se hizo entonces imprescindible, si en algún lugar el escriba es representativo de una civilización, esto resulto obligado mirar hacia el Antiguo Egipto.

 En cuanto las primeras muestras de escritura realizadas por el ser humano proceden de la ciudad sumeria de Uruk, erigida en la orilla derecha del río Éufrates, en la Baja Mesopotamia, Allí, una expedición arqueológica alemana halló en 1929 millares de tablillas de cerámica grabadas con signos cuneiformes caracteres en forma de cuña que datan de alrededor del año 3300 a.C.

            Tras descifrarlas, lo que más asombró a los especialistas fue que, en fechas tan tempranas, pudiera ser posible una escritura tan precisa, en cuanto varias décadas, la más enconada polémica entre egiptólogos y orientalistas estuvo centrada precisamente en el tema de la invención de la escritura: ¿fueron los mesopotámicos o los egipcios?

 Los métodos arqueológicos de datación más avanzados han resuelto la cuestión otorgándole el honor a Mesopotamia.

 La escritura egipcia surgió algo más tarde, hacia el año 3100 a.C. Y lo hizo provista ya de todos sus medios técnicos, los jeroglíficos se emplearon durante más de 3.000 años, hasta el siglo IV de nuestra era. Se puede datar con toda exactitud el lugar y la fecha de la última inscripción: en la isla de Filae, el 24 de agosto del año 394.

Respecto a la escritura cuneiforme mesopotámica, el último testimonio se remonta al año 75, también de nuestra era. Paradójicamente, proviene de Uruk, la misma ciudad que vio nacer la escritura.

Lo cierto es que aquellos remotísimos sistemas de notación eran de un manejo muy complicado, estaban reservados a castas de especialistas que no sólo preservaban su cultura, sino también sus privilegios.

            De ahí que los escribas manifestaron una férrea hostilidad hacia cualquier simplificación, pues ello podría hacer peligrar su puesto de trabajo, así la escritura cuneiforme mesopotámica contaba, hacia su ocaso, con varios centenares de signos.

Y los jeroglíficos con casi cinco mil, podían haber evolucionado hacia una mayor simplificación, hasta encontrar un verdadero alfabeto, pero, sencillamente, los escribas no supieron o no quisieron inventarlo.

 La simplificación llegó desde otras geografías. Numerosos pueblos residentes en la periferia del foco sumerio estos aplicaron las grandes posibilidades que les daba el imperfecto silabario cuneiforme.

Ninguno de estos pueblos llegó a desprenderse por completo del uso de los signos léxicos, pero redujeron su número de manera significativa y sistematizaron el empleo de los silábicos.
 Hacia el siglo XIII a.C., por ejemplo, los montañeses de Elam obtuvieron un sistema de 102 signos silábicos y sólo siete léxicos, la culminación, sin embargo, se alcanzaron en Creta en torno al año 1450 a.C., con un sistema de tan sólo 62 signos silábicos.

 No obstante, para los sumerios todos los signos eran palabras,  esta interpretación finalmente que debían de formar parte de un sistema de contabilidad se hizo presente con semejantes ábacos.

Se encontraron fichas de cálculo, destinadas según su forma a contabilizar distintos productos agrarios o ganaderos, eran antiquísimas. De hecho, las más primitivas podían datarse unos 9.000 años antes de Cristo.

Aún faltaban 5.000 años hasta la aparición de la escritura! Durante ese remoto periodo, las fichas no sufrieron variación sin embargo, hacia el año 3500 a.C. empezaron a producirse cambios significativos en la región.

Surgieron las primeras ciudades y, con ellas, transformaciones socioeconómicas a gran escala, como el aumento de la población, la especialización artesana y el establecimiento de una auténtica producción en masa.

La necesidad de una contabilidad cada vez más compleja se hizo patente sobre el sistema de los calculó: las fichas no sólo se diversificaron en nuevas sub variedades, sino que muchas de ellas se perforaron, como claro testimonio de que fueron ensartadas a modo de registro en transacciones comerciales de cierta envergadura.

            Derivado de los calculó ensartados, apareció entonces un nuevo sistema para mejorar las garantías en los negocios entre mercaderes. Consistía en introducir varias fichas dentro de una bola hueca de arcilla o bullae, que luego se sellaba Sólo salían a la luz cuando se rompía la esfera.

 Es así como distintas investigaciones acreditan que en Mesopotamia nace la escritura; mientras que en Egipto sufrió diferentes cambios que fueron representados a base de dibujos que son prueba donde la existencia de jeroglíficos no podría confirmar con la exactitud pero según 11,000 a. C. ya existían dichas representaciones, que se han dado a conocer con las investigaciones previas de estos arqueólogos. 

El enigma del antiguo Egipto resguarda muy celosamente los secretos que se siguen siendo tema de investigación