sábado, 5 de octubre de 2013

EDAD MEDIA



. Creo que fue un periodo de transición entre el Imperio Romano y el Renacimiento de las culturas clásicas en el siglo XV.Los monasterios preservaron dichas culturas hasta que se fundaron las Universidades.

  La Edad Media cambiará los términos de las referencias antes planteados por el de la fe y que no serán abandonados sino con el Renacimiento. Será Nicolás Maquiavelo, en El Príncipe, quien desarrollará las ideas básicas de la comunicación política entre gobernantes y gobernados.

 La Edad Media, una etapa histórica que se considera “oscura” para el devenir de las artes y de las ciencias, se caracterizaba por un orden que emanaba de Dios y, por tanto, inmutable, en el que cada hombre tenía unas funciones. Sin embargo, será a partir de las revoluciones burguesas y de la alianza entre el pueblo y la burguesía cuando las clases populares comenzaran a sentirse un sujeto político activo.

En la Edad Media, desaparecerá totalmente la esfera pública y se asentará un régimen de publicidad representativa, en el cual la nobleza dominante se contentaba con ofrecer al pueblo el espectáculo del poder.
 
El siglo XVIII es el siglo vital en la conquista o en el resurgimiento de lo que se denomina “espacio público”, sobre todo en Francia y en Inglaterra. La clase burguesa, en ascenso en la Europa Occidental y en lucha contra las prerrogativas del Estado Absolutista, logró crear un espacio de debate entre el Estado y la sociedad civil.

Con las primeras revoluciones burguesas, se articula un espacio público que ofrece a los ciudadanos la posibilidad de debatir y discutir el ejercicio del poder estatal. Este debate estimuló el pensamiento crítico y racional gracias a instituciones como los periódicos, los círculos literarios y los cafés: “La publicidad políticamente activa no está ya subordinada a la idea de una disolución del poder: más bien ha de servir al reparto de éste; la opinión pública se convierte en una mera limitación del poder.

A partir de entonces hay que procurar que ese poder más fuerte no aniquile a todos los demás. La interpretación libera lista del Estado burgués de derecho es reaccionaria: reacciona frente a la fuerza adquirida en las instituciones de ese Estado por la idea de autodeterminación de un público raciocinan te tan pronto como éste es transformado por la entrada de las masas, incultas y desposeídas.

En este sentido, fue fundamental el papel de las casas de café en Gran Bretaña y de los salones en Francia para el afianzamiento de unos nuevos espacios públicos donde se discutía de diversos temas. El descubrimiento de América, las guerras, las novedades literarias o las noticias cortesanas eran los temas más comentados en estos lugares.

 Al principio, estos espacios eran bastante restrictivos para todos aquellos que no pertenecieran a la aristocracia. Sin embargo, con el paso del tiempo se fueron abriendo y pudo acceder la burguesía. Además, los asuntos políticos hicieron acto de presencia en estos salones y casas de café.

Con las primeras revoluciones burguesas y el auge de la prensa, el espacio público fue extendiéndose a amplias capas de la población. Esto permitió que un cierto grupo de ciudadanos empezara a emitir sus propias valoraciones sobre los asuntos de interés general.
La separación entre lo público y lo privado permaneció por varios años a lo largo de la Edad Media, perdiendo gran parte de su significación, pero no por completo.

 En efecto, tras la caída del Imperio Romano, la iglesia Católica ofreció a los hombres un sustituto a la ciudadanía que anteriormente había sido prerrogativa del gobierno municipal.
La tensión medieval entre la oscuridad de la vida cotidiana y el grandioso esplendor que presentaba y esperaba a lo sagrado, corresponde al ascenso de lo privado a lo público en la antigüedad.

  Al decir del historiador Slavery Barrow, “mientras que cabe identificar con cierta dificultad lo público y lo religioso, la esfera secular bajo el feudalismo fue por entero lo que había sido en la antigüedad la esfera privada.

 Su característica fue la absorción, por la esfera doméstica, de todas las actividades y, por tanto, la ausencia de una esfera pública”. El testimonio y legado de la cristiandad, que marcó un hito en la historia de Occidente y que partió en dos el transcurrir histórico, es decir, Antes y Después de Cristo, ahonda aún más la brecha existente entre lo público y lo privado.

San Agustín, entre otros, es referente obligado para incursionar en esta temática: “La moralidad cristiana, diferenciada de sus preceptos religiosos fundamentales, siempre ha insistido en que todos deben ocuparse de sus propios asuntos y que la responsabilidad política constituía una carga, tomada exclusivamente en beneficio del bienestar y salvación de quienes se liberan de la preocupación por los asuntos públicos”.

 Ahora bien, la bondad en el sentido absoluto, diferenciada de lo “bueno para” o lo “excelente” de la antigüedad griega y romana, se conoció en nuestra civilización con el auge del cristianismo.


El famoso antagonismo entre el primer cristianismo y la res pública, tan admirablemente resumido en la frase de Tertuliano “nec ulla magisres aliena quam pública” (ninguna materia nos es más ajena que la pública), se entiende como una consecuencia de las tempranas expectativas escatológicas que sólo perdieron su inmediato significado cuando la experiencia demostró que incluso la caída del Imperio Romano no llevaba consigo el fin del mundo.
POPOL VUH



El es el libro sagrado de los indios quichés que habitaban en la zona de Guatemala

Se explicaba en él el origen del mundo y de los indios mayas. También se relataba la historia de todos los soberanos.

Se puede señalar que hay allí una conjunción de religión, mitología, historia, costumbres y leyendas.

Es esencialmente una descripción del conjunto de tradiciones mayas de quienes habitaban la región guatemalteca; pero también aparecen agregadas algunas ideas cristianas, lo que hace suponer que el autor conocía a misioneros católicos. No se conoce el nombre del autor  pero por datos sacados del contenido de la obra, se supone que ha sido escrito hacia 1544.

Fue escrito originalmente en piel de venado, posteriormente trascripto en 1542 al latín por Fray Alonso del Portillo de Noreña.

La versión española fue realizada sobre este último texto en el siglo XVIII (1701) por el fraile dominico  Francisco Ximénez que se había establecido en Santo Tomás Chichicastenango. Y "Popol Vuh" lo llamó un estudioso de temas americanistas, que en el siglo XIX lo tradujo al francés, Charles Etienne Brasseur de Bourbourg.
 El significado de los términos que conforman el nombre es: 

Popol: Palabra maya que significa reunión, comunidad, casa común, junta.

Vuh: Libro, papel, árbol de cuya corteza se hacía el papel.
Para los Quichés de Guatemala,  hombres del bosque o de los magueyes, el Popol Vuh es una Biblia.

En el libro se distinguen tres partes:

La primera es una descripción de la creación del mundo y del origen del hombre, que después de varios fracasos fue hecho de maíz, el alimento que constituía la base de su alimentación.


La segunda parte trata de las aventuras de los jóvenes semidioses Hunahpú e Ixbalanqué  que termina con el castigo de los malvados, y de sus padres sacrificados por los genios del mal en su reino sombrío de Xibalbay.

SOCIOLÓGICO:

También se refiere a sus instituciones, costumbres, formas de vida y las luchas entre los diferentes grupos para crear imperios dominados como el de los quichés y los cachiqueles.

EN LO TEOLÓGICO:

Nos detalla la religión maya politeísta con sus creencias, ritos adoraciones, sacrificios, preceptos, ofrendas, danzas. Dentro de una concepción religiosa duelista dioses del bien y dioses del mal, los que aseguran la fertilidad y los que siembran el caos, la muerte y la esterilidad, circunstancia que genera luchas y combates entre las divinidades lo que se ha denominado “Gesta de los Dioses”

 Histórico:

Comprende datos cronológicos exactos o aproximados, secuencias de hechos, fechas, dinastías reales y sacerdotales. Así el Popol Vuh describe las migraciones de los pueblos que ocuparon el territorio de Guatemala. También las sucesiones de los reyes y señores del Quiché hasta Don Juan Rojas, que gobernó hasta 1550, ya en época colonial

Comparación con los otros libros

 POPOL VUH Y LA BIBLIA:



 Los dos libros relatan la historia de cómo fue creado el mundo. La Biblia  dice que Dios creó y formó la tierra y todo lo que vive a través de su palabra.

En la historia de la creación cristiana, el ser humano fue la última forma de creación. Dios creó al hombre porque quería tener una relación con alguien.
El Popol Vuh empieza de una manera muy similar.

Empieza con la historia de la creación. En vez de ser monoteístas, los mayas eran politeístas. La historia de la creación tiene muchos dioses encargados de diferentes aspectos de la vida.
Sin embargo, el Popol Vuh empieza con los dioses sintiéndose solitarios y querían la compañía de alguien más.

Entonces crearon la tierra. Dentro de la tierra crearon los mares, los árboles y los animales. Al igual que en la Biblia cristiana,  crearon a los seres humanos al final, y de igual modo lo crearon todo con sus palabras.
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El popol vuh y el Avesta:


 Se parecen en  Que los dos son libros de Mitos narraciones cosmogónicas y mitológicas y una colección de oraciones y de invocaciones.

El popol vuh y el libro de los muertos:



 Los dos hablan en un modo mítico y esotérico, en sus creencias costumbres etc.

El popol vuh y la odisea:



Los dos estan basados en creencias y mitos
El popol vuh estaba basado en las plantas el sol, el maíz como creencias


Y la odisea creía que Ulises debía enfrentar una serie de monstruos para desaparecer la maldición.

CRISTO DESNUDO Y CON ROPA



Si alguien ha sido dibujado, pintado, esculpido desnudo en toda la historia del arte ese ha sido Jesús, su cuerpo lo hemos visto acostado, crucificado, en brazos de otros personajes, y en infinitas posiciones siempre mostrando su cuerpo desnudo, muchas veces con “el manto de pureza” y muy pocas veces mostrando su sexo.

 La Pasión de Cristo ha sido utilizada como una fórmula para expresar el desnudo masculino durante cientos de años, pero siempre teniendo en común en todas las épocas o escuelas de arte que el cuerpo de Jesús es representado con rasgos juveniles y exhibiendo la fisionomía de un hombre blanco occidental en casi un 99% de las veces.

 Expuesta la cuestión de la desnudez de Cristo, es importante conocer el aval bíblico que corresponde o sustenta la iconografía aquí planteada, y para ello, traemos los testimonios de dos de los evangelistas: Mateo y Juan Mateo en su capítulo 27 versículo 28 nos narra que después de la flagelación de Jesús “Le desnudaron y le echaron encima un manto purpura.”

 (Mateo 27:28); luego aclara lo que más tarde le hacen una vez que se burlaron de él: “Cuando se hubieron burlado de él, le quitaron el manto, le pusieron sus ropas y le llevaron a crucificarle.” (Mateo 27:31) Sin embargo Jesús es crucificado desnudo según de nuevo San Mateo: “Una vez que le crucificaron, se repartieron sus vestidos, echando a suertes.” (Mateo 27:35)


El Apóstol Juan se refiere a esta situación de esta manera: “Los Soldados, después que crucificaron a Jesús, tomaron sus vestidos con los que hicieron cuatro lotes, uno para cada soldado, y la túnica. La túnica era sin costura, tejida de una pieza de arriba abajo. Por eso se dijeron: ‘No la rompamos, sino echemos a suertes a ver quien le toca’” (Juan 19:23).

Era costumbre cruel que en todos los actos de flagelación,  castigo, lapidación y muerte se desnudara al reo o condenado, por lo tanto es creíble que Jesús haya sido crucificado desnudo.
El “Paño de Pureza” es un invento de la Iglesia Católica, un invento por pudor, para apartar la idea corpórea y carnal de Jesús y elevar su contenido espiritual.


Cuando es que visten a Jesús.

Cuando la Iglesia impuso su poder en el mundo apareció “El paño de Pureza” o “Perizoma”, todos los artistas cubrieron el miembro de Cristo.

En la desnudez de Cristo no se encuentra ningún doblez o dolo sexual, sin embargo la iglesia prefirió cubrir su sexo y para indicar su masculinidad, fruto de las polémicas teológicas sobre si su naturaleza era únicamente humana o consustancial con Dios, decidió representar a Cristo apenas cubierto su sexo con un velo, unas veces sutil y transparente.

Jesús con ropa.

La ropa de Jesús había sido hecha por mano de hombre y para hombres; estaba hecha de material terrenal. Jesús la llevó durante Su vida aquí en la Tierra. El, siendo Dios, se puso esta ropa para hacerse totalmente un ser humano. Jesús entró en la condición humana sin restricción alguna.

Aunque Jesús llevaba esta ropa hecha por hombres, a través de ella también se obraron milagros. Una mujer tocó el borde de Su manto y al instante fue sanada (Mr. 5:25ss).

La propia ropa de Jesús simboliza Su encarnación y nos enseña que Él quiere llenar nuestra vida humana. "

Su ropa se convirtió en símbolo de la redención, pues cuatro soldados la tomaron y la dividieron entre ellos (Jn. 19:23). En aquel entonces, la ropa de un condenado a la crucificción era el botín del verdugo.

De manera que la ropa de Jesús, cuando Él fue clavado en la cruz en lugar nuestro, por nuestra culpa, se transformó en „ropa de salvación". Isaías 61:10: "En gran manera me gozaré en Jehová, mi alma se alegrará en mi Dios, porque me vistió con vestiduras de salvación, me rodeó de manto de justicia, como a novio me atavió, y como a novia adornada con sus joyas".
Le quitaron el „manto de escarlata". 

Y Le pusieron „su propia ropa". Jesús no era como Herodes (ropa espléndida), ni como los soldados (manto de escarlata). Llevó esa ropa pero Le fue quitada nuevamente. Y Él permaneció siendo un verdadero hombre.

Jesucristo llevó la ropa espléndida de un Herodes, el orgullo y la soberbia de la humanidad sin Dios. El Señor se dejó poner el manto de escarlata de los soldados, el odio abismal y la brutalidad de la vida humana. Jesús llevó Su propia ropa: Se hizo completamente hombre.

 El Señor llevó una túnica sin costura:

 Él es el verdadero Sumo Sacerdote. En la cruz, solamente llevó enagüillas. Jesús no solamente cargó sobre él los pecados, sino también el pecado original. El Señor en su muerte llevó lienzos, los cuales dejó en Su resurrección. Jesús es el cumplimiento de la Ley.

viernes, 4 de octubre de 2013

Las dos trinidades del cristianismo ortodoxo y occidental


En la lucha por la ortodoxia, la reflexión teológica por una parte y por otra parte las herejías y el desarrollo dogmático que encuentra su expresión más alta en los concilios, llevan, aunque de manera distinta, a pensar en los acontecimientos salvífico-escatológicos, centrados en la muerte-resurrección de Jesús, de forma refleja, en relación con la realidad de Dios en sí mismo.
 La referencia del acontecimiento Cristo a la Trinidad pone de relieve cómo la salvación está ligada al ser eterno de Dios, con lo que se considera a la Trinidad como el misterio principal de la fe, privilegiando las categorías de esencia y de ser aunque llevando a cabo una purificación del lenguaje, que hace pensar no tanto en la helenización como en una des helenización del cristianismo.
Constantinopla (381), por otra, acaban con la herejía que de hecho, en su negatividad, es la ocasión para ilustrar a través del dogma la verdad sobre Dios-Trinidad.
Tanto si la herejía se presenta bajo la forma de monarquianismo dinámico o moda lista, como impregnada de gnosticismo o de dualismo (en el insidioso arrianismo), será siempre un rechazo concreto de la paradoja Jesucristo-Dios y por tanto la paradoja trinitaria.
El hecho de que la herejía no sea capaz de comprender la novedad paradójica del cristianismo, permaneciendo así en una mentalidad más bien racionalista, revela no sólo la dificultad de ponerse de acuerdo en las fórmulas, sino su incapacidad de acoger la.
 Trinidad como un misterio, por eso, es significativo que la respuesta de la ortodoxia comience precisamente por restablecer quién es verdaderamente Jesús en su relación con el Padre, para establecer la divinidad del Espíritu Santo (DS 150) contra aquellos semiarrianos que hacían de él una criatura del Logos y poder así proclamar con el papa Dámaso, en el año 382, que la salvación consiste en creer en la Trinidad.
 (DS 177). Si la ortodoxia nicena fue sostenida sobre todo por Atanasio, que insistió en el significado soteriológico de la consubstancialidad del Hijo con el Padre, Basilio, Gregorio de Nisa y Gregorio de Nacianzo contribuyeron a que el paso de Nicea a Constantinopla se diera bajo el signo de la continuidad. Fueron ellos los que introdujeron los términos de hipóstasis y de ousía, hasta llegar a la formulación: «una substancia, tres hipóstasis» y percibir cómo la divinidad del Espíritu.
El modo occidental de pensar en la Trinidad está determinado más bien por Agustín, y se bifurcará a continuación en dos tendencias: una más bien místico-persona lista (san Bernardo, Ricardo de San Víctor, san Buenaventura) y la otra más intelectualista (san Anselmo, santo Tomás). Si en la especulación oriental las hipóstasis trinitarias son el Dios cristiano, en la especulación latina, que tiene a Agustín como protagonista, Dios es la Trinidad.
 Dios es siempre juntamente Padre, Hijo y Espíritu Santo. Agustín parte de la unidad de Dios, cerrando así el camino al arrianismo, para captar en la unidad la trinidad de las personas, a las que él no ve por otro lado como individuos distintos (¡Dios no es triple, sino Trinidad!). Precisamente para no caer en una concepción autonomista de los Tres de la Trinidad, Agustín prefiere la categoría de relación a la de persona.
     Según él, la relación expresa mejor la comunidad y la unidad en Dios. Además, la búsqueda de las analogías tríadicas que saca Agustín de la estructura del alma humana (memoria, inteligencia, voluntad) hace famosa su explicación trinitaria, a pesar de las limitaciones que advierte el mismo doctor africano.
En efecto, Agustín es consciente de que las tres facultades del alma humana se insertan en una sola persona, mientras que los Tres de la Trinidad son Personas distintas, aunque en la unidad de una sola substancia.
Santo Tomás prosigue en Occidente de forma original la larga onda del influjo agustiniano. Sobre todo en la Summa, en coherencia con el planteamiento del exitus-reditus, parte de Dios en sí mismo con las ventajas evidentes de cerrarse así a todo posible subordinacionismo y triteísmo, proclamando la coeternidad, consubstancialidad e igualdad del Padre, Hijo Y Espíritu Santo. Sirviéndose de la analogía.
Tomás utiliza las categorías de procesiones, relaciones, personas y misiones para ilustrar la Trinidad, el procedimiento de Tomás en la explicación de la doctrina trinitaria se convertirá en norma y punto de referencia imprescindible en la teología posterior. Siempre se tenderá a considerar las categorías mencionadas como el instrumento lógico para explicar de qué manera la trinidad de Dios está de acuerdo con su unidad.
La reflexión de santo Tomás, que escondía sin embargo la fatiga del concepto, quedó absorbida y a menudo esterilizada en parte en una explicación que, una vez asegurada la existencia y la unidad de Dios, deducía la no-repugnancia de la razón frente al misterio trinitario,
Análisis
La Trinidad es el dogma central sobre la naturaleza de Dios de la mayoría de las iglesias. Esta creencia afirma que Dios es un ser único que existe simultáneamente como tres personas distintas La escritura y doctrina cristiana descansa en el monoteísmo (un solo Dios); por lo tanto, esto debía ajustarse con lo que decía la. 
Escritura respecto al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, sin caer en el politeísmo, ni tampoco modificando la Escritura por conveniencia. 


Los teólogos de los primeros siglos del cristianismo elaboraron explicaciones que generaron varias corrientes de pensamiento y una intensa polémica. Esta polémica se acentuó durante el reinado del emperador Constantino, cuando los dirigentes de la Iglesia comenzaron a contar con el apoyo imperial y tuvieron  

Análisis de la figura del Cristo pantocrátor y Andrei Rubliou


La imagen de Cristo Pantocrátor es realmente la figura de Jesús más difundida y conocida; expresa la Epifanía del Dios trascendente que ha tomado forma humana. Es la imagen del Señor del Universo, del Omnipotente.

Cuatro elementos conceptuales: Omnipotencia, Omniconservación, Omnicomprensión y Omnipresencia. En otras palabras Dios es Pantocrátor porque domina todo lo creado, lo conserva todo en el ser, abrazándolo y conteniéndolo todo en sí y por consiguiente, penetrándolo y llenándolo todo de sí a través de su Omnipotencia.
 
            En       la iconografía, el Cristo Pantocrátor es uno de los temas más repetidos y significativos, especialmente si se incluyen todas sus formas diversas: desde los grandes mosaicos y frescos, en los cuales el Pantocrátor domina en las cúpulas y en los ábsides de las Iglesias, hasta los marfiles y las monedas, en los cuales se encuentra la misma imagen sustancialmente idéntica a la de los iconos (o pintura de caballete), a la cual nos limitamos.

 Hay elementos permanentes, como el cabello en casco, la barba, la diestra bendiciendo, mientras que otros pueden variar parcialmente: el libro de las Escrituras sostenido en la mano izquierda puede estar abierto o cerrado, la expresión severa o más benigna del rostro, el nimbo alrededor de la cabeza diferente, el brazo derecho está a veces mas envuelto y sostenido por la toga, la misma inscripción del Pantocrátor no se encuentra en la mayoría de los ejemplares, especialmente antiguos. Sin embargo se lo reconoce al punto.

También en un álbum divulgativo se indicaba: “En la hierática Bizancio el tipo (de Cristo) se fijará de una vez por todas, desafiando a los siglos. Los Pantocrátor del siglo XVI que se ven en el monte Athos parecen hermanos y contemporáneos de los que Justiniano y Teodora hacían representar en mosaico en Santa Sofía o en Ravena”

El icono representa, en una primera visión, la visita de los tres ángeles a Abraham junto al encinar de Mambré (Génesis 18, 1-15). A través de esa escena del Antiguo Testamento se abre todo un campo de simbología teológica que nos conduce hasta Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo.

Andreai Rubliou

            En primer lugar podemos ver la escena en general, tenemos tres personajes sentados en torno a una mesa con una copa en medio. El personaje central resalta, aparte de por su posición, por el intenso rojo de su túnica que contrasta fuertemente con el azul del manto. Viene de un largo camino, por eso el cuello de su túnica está ligeramente descolocado, una estola dorada cae sobre su hombro derecho.

Está mirando hacia su derecha, al segundo ángel, vestido con una túnica azul casi totalmente cubierta por un manto semitransparente. Está como recibiendo al recién llegado, su postura es de reposo. 

A la derecha tenemos una tercera figura, cortada por el bastón que sostiene con la mano izquierda. La mano derecha casi parece apoyarse en la mesa para levantarse. La túnica es azul, como en el caso del personaje de la izquierda, pero el manto es de un verde igual al del suelo sobre el que se apoyan los bancos en que están sentados los tres.

            El azul de las túnicas representa la divinidad de los tres personajes, iguales y distintos a la vez. Es el Dios oculto que parece trasparentarse en el manto del Padre, el Dios que muestra el misterio de su amor hasta la muerte en el rojo del Hijo y el Dios que da vida a toda la creación en el verde que el Espíritu Santo comparte con el suelo.

El cuadro se puede dividir en dos zonas, una rectangular superior, donde se ven una casa, un árbol y una montaña. Son signos de las grandes realidades religiosas del Antiguo y del Nuevo Testamento.

La casa es el lugar de la presencia de Dios en medio de su pueblo (el Templo en el Antiguo Testamento y Jesús en el Nuevo), el árbol es el lugar de la prueba (la prueba que vence al hombre en el árbol del bien y del mal del que come Adán y aquella en la que el hombre sale vencedor en el árbol de la cruz) la montaña es el lugar de la ley (la que dio Moisés en el Sinaí y la nueva ley de Jesús en el sermón del monte).

 En definitiva, el fondo del cuadro es una representación simbólica que, de algún modo, intenta abarcar toda la historia de la salvación. La escena que se representa tiene como trasfondo toda esa historia porque es en ella y a través de ella como se ha mostrado el misterio de la vida de Dios que el cuadro representa.

Los tres personajes que están en primer plano observamos que están estructurados en forma circular. Un circulo exterior los enmarca y un círculo interior, señalado por el borde de la manga del personaje central, reitera y profundiza el movimiento circular de la imagen.

 Esta organización circular hace que el cuadro tenga un movimiento propio, la mirada del observador es conducida de un personaje a otro en un camino infinito. Es la vida del Dios trino que se pone ante nuestros ojos.

Las bases sobre las que están situados los sitiales de los personajes laterales en combinación, bien con las cabezas de estos mismos personajes, bien con la casa y la montaña del plano superior.

 El ocho representa el octavo día, el primer día de la nueva semana, es el domingo de la resurrección. Este día tiene dos centros, por una parte la copa, que representa la Eucaristía, por otra parte el seno del personaje central: el Hijo. A través del amor de Cristo Dios en la Eucaristía es una invitación a hacernos hijos en el Hijo, no sólo compartimos la copa, sino que nos hacemos parte de ella, el sacrificio y el triunfo de Cristo son también nuestro sacrificio y nuestro triunfo.

La presentación de la Eucaristía no se realiza simplemente como algo externo, sino que debemos de participar de ella. Si dividimos las partes superior e inferior del cuadro nos daremos cuenta de un efecto importante.

En la parte superior aparece resaltada la figura central, el Hijo. Si el cuadro fuese únicamente esta parte superior pensaríamos que el Hijo está situado delante de las otras dos figuras. Sin embargo, cuando miramos la parte inferior del cuadro de forma independiente el efecto es el contrario, la colocación de la mesa y de las piernas de los dos comensales produce el efecto de que el personaje central está más retirado.

Situados en el interior de esta mesa eucarística podemos asistir a la relación entre las tres personas divinas, es una relación doble que se establece a través de las miradas y de las manos. Las miradas representan la relación interna de las tres divinas personas, las manos su participación en la historia de la salvación
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 Hay un cruce de miradas entre el Padre y el Hijo, y en el centro de este cruce se introduce la mirada del Espíritu Santo, es la vida interna de la Trinidad de Dios, continua generación de amor entre el Padre y el Hijo y continua presencia de amor recogido en el Espíritu.

Y este amor divino no está destinado a permanecer encerrado en Dios, al contrario, se derrama en el mundo, la mano del Padre envía al Hijo que con la suya, al mismo tiempo que bendice la copa eucarística, señala al Espíritu en quien se recoge toda bendición para la salvación del mundo.


Si finalmente nos fijamos en los bastones nos daremos cuenta de que, al mismo tiempo que señalan los espacios de las tres divinas personas, entre el segundo y el tercero enmarcan el pie del Espíritu Santo. Es Dios que está a punto de levantarse y salir a nuestro encuentro.

Estado iglesia


    El trabajo conjunto de Constantino con la Iglesia impregnada de Pablo funcionó de maravilla desde el comienzo.
La Iglesia desencadenó una campaña injuriosa contra su oponente Maxentio.
Este es considerado aún hoy día como un sanguinario perseguidor de cristianos y como un compendio de maldad y tiranía.
En realidad, Maxentio fue un soberano capaz y generoso, sin embargo poco guerrero –y tolerante con los cristianos.
Sólo que: hizo desterrar a dos obispos, ya que tras la elección de estos hubo grandes discusiones entre los "cristianos".
Maxentio cargó de impuestos a todos por igual, también a los ricos – y ya en aquel entonces la Iglesia no estaba al lado de los pobres y de los menos dotados para la guerra, o sea, de los políticos menos poderosos.

    Tan pronto como Constantino se hubo establecido en Roma tras su victoria sobre Maxentio, ya se puso de manifiesto: la Iglesia recibió grandes extensiones de tierra de regalo y recibió de vuelta antiguas posesiones de la Iglesia; ya sólo la Iglesia de Roma se hizo cargo de "más de una tonelada de oro y casi diez toneladas de plata"  
De los fondos del Estado, que Constantino había acumulado por medio de la explotación de sus súbditos, hizo construir iglesias inmensas y majestuosas por todo el reino.
Pero no sólo esto: él liberó a los clérigos del pago de impuestos, les dió el derecho a ser designados como herederos (lo que cultos paganos habían tenido anteriormente sólo en casos excepcionales), e incluso dio a la Iglesia competencia judicial, –no habiendo posibilidades ya de elevar protesta contra la sentencia judicial de un obispo.

    Deschner: No eran pocos los obispos que imitaban la pomposidad y ceremonialidad de la corte imperial en sus oficinas y dependencias. Tenían derecho a títulos especiales, a incienso, eran saludados de rodillas por los demás y se sentaban en tronos que eran una copia del trono divino. ¡A los demás predicaban humildad! 

    En poco tiempo la Iglesia se había vuelto tan rica y privilegiada que Constantino tuvo que adoptar otra actitud: él limitó por ejemplo la posibilidad de que los ricos pudieran hacerse clérigos ¡pues con ello querían evitar tener que pagar impuestos! Bajo los seguidores de Constantino también se redujo la posibilidad de que la Iglesia heredara a pesar de que esto no duró mucho tiempo.
Una mano lava a la otra: ya en el año 314 la Iglesia decidió expulsar a los cristianos que desertaran del servicio militar. Un giro de 180 grados, pues antes era expulsado aquel que iniciara el servicio militar.

    Las funciones estaban claramente repartidas: el emperador era el que ejercía el poder, también en asuntos religiosos; él proclamó por ejemplo en el año 325 el Concilio de Nicea y dictó la proclamación de fe que desde entonces es válida.
El emperador era el soberano supremo, similar a Dios, los altos dignatarios de la Iglesia le seguían de inmediato, y a menudo vivían en la misma pompa. Y por su parte mostraban su agradecimiento justificando el poder del emperador y sus guerras, tapando sus malos actos y halagándolo continuamente con adulaciones desmesuradas.

    Constantino es así la imagen primaria de la simbiosis entre la Iglesia y el Estado. Deschner escribe sobre ello: los antecesores de Constantino habían temido al cristianismo y en parte lo habían combatido.
El lo reclutó para sí a base de otorgarles grandes muestras de benevolencia y derechos especiales... En efecto, él tomó al clero a su servicio y le impuso su voluntad... La Iglesia sí que se volvió poderosa, pero perdió toda la libertad... El y ellos (Constantino y los obispos) hicieron de la Iglesia una Iglesia estatal.

    A pesar de no ser un católico convencido Constantino dio vía libre a la Iglesia cuando ésta empezó a perseguir a los que pensaban de otra forma, como cuando el populacho "cristiano" destruyó templos paganos. Proclamó leyes anti judías bajo evidente influencia clerical; la conversión de un cristiano al judaísmo era así por ejemplo condenada con la muerte.
Constantino también persiguió en varias ocasiones, como táctica política, pero curiosamente no de forma continúa a los movimientos herejes de los Donatistas en el Norte de África y de los Marquionistas.
Los Donatistas en el Norte de África estaban en contra de una alianza entre trono y altar y se aliaron con campesinos sublevados contra los grandes terratenientes, ¡Naturalmente que esto no era lo que querían la Iglesia y el Estado!

    Bajo el imperio de Constantino aparece por primera vez –tampoco seguramente por casualidad – la palabra "católico" para distinguirse de las así llamadas "herejías".
    Hasta aquí el repaso histórico.
El que tenga oídos para oír, que oiga; y quien tenga un corazón para Cristo, que siga lo que está escrito en el Apocalipsis: Sal de ella, pueblo Mío, para que no os contaminéis con sus pecados y para que no os alcancen sus plagas (Apocalipsis 18, 4).

    La Iglesia pagana de culto se edificó en base a Pablo, quien interpretó las enseñanzas de Jesús erróneamente, las introdujo en la tradición pagana de los romanos y las decoró con todas sus belicosas estructuras de poder, ansiosas de dominio.

    Pablo desvalorizó a la mujer calificándola como un reflejo del hombre. El hombre, por el contrario, es para Pablo un reflejo de Dios. A través de ello surgió el machismo "cristiano" de la Iglesia, que aún dura en el tiempo actual. Por el contrario Jesús enseñó la igualdad entre hombre y mujer.
El no hizo ninguna diferencia; El no elevó al hombre a ser el reflejo de Dios ni rebajó a la mujer al reflejo del hombre. Esto es de nuevo Saulo, que es lo mismo que Pablo, pero no Jesús, el Cristo.

    Constantino hizo de la Iglesia de culto pagana una Iglesia del Estado, que es lo mismo que una religión estatal, cuyas raíces sangrientas y crueles aún hoy se encuentran entrelazadas con el culto pagano.
Los cultos religiosos sangrientos, crueles y bárbaros ya se desarrollaron después de Moisés y siguieron propagándose en el Imperio Romano de entonces.
Las Iglesias estatales actuales de la Iglesia romana de poder y de culto surgieron ramificaciones-, son religiones de poder exteriorizadas que tienen poco que ver con Jesús, el Cristo.
Ellas utilizan, que es lo mismo que abusa del nombre de Jesús, el Cristo. La resaca del Antiguo Testamento y de las pretensiones brutales y presuntuosas de Constantino siguió siendo vigente
¿Porque?
Para lograr el dominio y la manipulación y. El poder, el privilegio de dominio del Estado, se alió con la autoridad "de Dios" –constituyendo una invencible herramienta de represión y disciplina– para imponer al pueblo prácticamente todo lo que se deseaba.
Además, fue una justificación religiosa para el ejercicio del poder y su gran afán de lograr la unidad en su imperio y sus dotes administrativas lo inducían a querer dominar también este aspecto de la sociedad.


Y los cristianos, cansados por la persecución  y felices de recibir los privilegios que les brindaba ahora el Estado, le concedieron a Constantino más autoridad en asuntos eclesiásticos de la que convenía que tuviera un emperador que no era ni siquiera bautizado.